A veces no existe un muelle cercano, de modo que entrar al kayak será un poco más complicado. Entonces debe encontrar un punto donde el agua está calma y suficientemente profunda, de forma tal que el kayak no se atasque en el fondo cuando usted se siente dentro de él.
Busque algo que pueda usar como soporte. Por ejemplo una roca que asome fuera del agua puede ser útil. Primero ubique el kayak entre sus piernas, de modo tal que el asiento esté justo debajo suyo.
Ponga la pala justo detrás de la brazola de la cabina de forma tal que el otro extremo esté contra la roca. Agarre fuertemente la parte trasera de la brazola de la cabina de modo tal que la pala quede trabada entre su dedo pulgar y la brazola. Ponga la otra mano en la roca de manera que mantenga la pala fija contra esta. Así usted tiene un soporte bastante seguro, pero cuídese de no hacer mucha presión sobre la pala porque se puede romper con facilidad.
Siéntese cuidadosamente sobre la brazola, pero mantenga aún su peso principalmente sobre sus pies.
Mueva su peso levemente hacia el pie y la mano del lado de la roca y lleve su otro pie dentro de la cabina. Luego simultáneamente siéntese y meta el pie que falta dentro de la cabina. Recuerde mantener su peso levemente hacia el lado de la roca hasta que esté sentado apropiadamente.
Para salir del kayak se procede de la misma forma pero en el orden inverso.
CONSEJO: – Algunas veces no hay rocas cercanas, entonces debe improvisar. Una posibilidad es pedirle a su compañero que sostenga su kayak o usar su pala para apoyarse en el fondo.